
Mucho se habla de Gamificación en Educación, una tendencia que a pasos agigantados está convirtiéndose en una realidad en numerosas escuelas. La razón es que hablar de Gamificación es hacerlo de motivación en el aprendizaje y eso que en ocasiones todavía sigue estando mal relacionada con la motivación extrínseca, algo así como, “haz X para conseguir Y”. La Gamificación va mucho más allá. Se trata de ceder el control del aprendizaje a los alumnos, de guiarles y retroalimentar sus comportamientos, de que sientan que están siendo reconocidos, de sentirse auto-eficaces, de responder a habilidades sociales, de percibir que están progresando, de aprender de los fallos, de levantarse y seguir para alcanzar su objetivo, de enganchar a los alumnos, de ver esas actividades o deberes como un reto… Pero, sobre todo, se trata de entretenerse y de divertirse, porque cuando nos divertimos desprendemos ese neurotransmisor –denominado dopamina-, que nos hace poner más interés en lo que hacemos y, por tanto, aprender de forma más eficiente.
Más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario