Frase educativa.

Todo lo que has aprendido es inútil si no lo usas, y estéril si no lo compartes.”. Gerardo Varela.
"Educar no es otra cosa que enseñar a dudar". Ortega y Gasset.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo". Benjamín Franklin”


miércoles, 12 de noviembre de 2014

CAMBIO EDUCATIVO YA


La paciencia es una virtud imprescindible en todo docente. En mi caso, por suerte, esta paciencia la he ido cultivando gracias al riego de algunos compañeros y al abono de otros muchos colegas que pululan por las redes. Tengo menos prisa para terminar las cosas, soporto mejor los desafíos de los alumnos o me enfado con menos facilidad ante contratiempos o impertinencias.

cambio educativo paciencia impacienciaPor otro lado, me he vuelto más impaciente en relación al cambio que necesita la educación que queremos. Una educación para nuestros hijos y alumnos en consonancia con unos nuevos tiempos que están revolucionando las formas de aprender y trabajar. Nos tropezamos con reseñas acerca de las inteligencias múltiples en cualquier foro, se habla de creatividad, innovación y emprendimiento hasta en la cola del supermercado. La tecnología con tabletas, pizarras digitales o impresoras 3D parecen nuestra tabla de salvación.

Pero, ¿hay un cambio real en nuestras escuelas? ¿estamos hablando mucho y cambiando poco la práctica cotidiana del aula? ¿no nos pasará lo mismo que con la llegada a las aulas del VHS o del proyector de transparencias? ¿o seguiremos modernizando nuestros powerpoints ad infinitum?

Sigo encontrándome con una mayoría (no silenciosa) que exige deberes rutinarios, se preocupa en demasía por las calificaciones, protesta por la actitud de los más jóvenes, evalúa sólo la memoria y valora únicamente los comportamientos dóciles del alumno. Una mayoría de padres y docentes que parece querer cambiar, pero que terminan arrastrados por las inercias de siempre. Inercias que se agravan con medidas insensatas donde la prioridad es el conocimiento de otro idioma sobre cualquier otra competencia. O donde el deporte pasa a ser considerado un trampolín social o económico para integrar al joven en la manada.

Por ello me muestro impaciente. Impaciente porque no veo el momento donde evolucionemos en nuestras formas de evaluar; donde el tiempo de clase se exprima y disfrute para no seguir memorizando en casa el resto de la jornada. Ansioso por ver más profesores tirándose a la piscina con nuevas prácticas y metodologías, sin miedo a innovar pese a la falta de confort. Sigo inquieto porque van pasando cursos y los más pequeños siguen adquiriendo las mismas inclinaciones donde se estudia para aprobar. Preocupado porque con más pruebas y más alumnos por aula no vamos a poder dar una educación personalizada y ajustada a sus necesidades y cualidades.

Necesitamos comenzar a cambiar YA. La tecnología, Internet, las redes sociales y esos claustros virtuales, repletos de buenas prácticas, pueden impulsar este cambio vital con la ayuda de los equipos directivos y el profesorado de nuestros centros educativos.

A veces la impaciencia da más frutos que los más profundos cálculos. George Bernard Shaw

Aquí. 

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