El sistema educativo actual, es un sistema basado en calificar, medir y clasificar los supuestos conocimientos de los alumnos. De este modo entramos de lleno, casi sin percatarnos, en una peligrosa trampa, la de clasificar a los niños y niñas según unas notas. Notas que no reflejan lo que realmente han aprendido
y que mucho menos reflejan las capacidades de nuestros pequeños.
Entramos de lleno en una peligrosa trampa que lejos de impulsar sus
aprendizajes, impulsa la competividad y centra la atención en la calificación, alejándonos del proceso de aprendizaje y del aprender. Aprobar un examen no implica necesariamente crear aprendizajes.
Aprender supone explorar, supone descubrir y supone sobre todo crear un contenido, hacerlo nuestro y adquirir la competencia que nos hace ser capaces de aplicarlo. El aprendizaje no es repetir un contenido que sirve de respuesta acertada en un examen, y que de este modo nos proporcionará una buena calificación.
Las notas, son una falsa medición del aprendizaje, en todo caso las notas pueden medir los conocimientos sobre una materia que los niños y niñas pueden exponer. Pero desconocemos si los han aprendido, desconocemos si los comprenden y desconocemos si han adquirido la competencia.
El aprendizaje va en contra de la competividad, el aprendizaje es un proceso único y personal de cada uno. Aprender supone una construcción mental de contenidos, supone hacer nuestros determinados conceptos y por lo tanto es complicado valorar a través de unas preguntas.
Aprobar un examen, por lo tanto, no siempre implica aprender algo.
El examen es una situación que obliga a los niños y niñas a centrarse en la calificación, desvían su interés del aprender y se centrar en ser capaces de responder a la respuesta correcta.
Pero las notas no siempre reflejan el verdadero aprendizaje:
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
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La clasificación en contra del aprendizaje
Clasificar los niveles de aprendizaje adquiridos por nuestros alumnos mediante exámenes y preguntas, que en muchas ocasiones no se relacionan con el contenido, va en contra del proceso de aprender.Aprender supone explorar, supone descubrir y supone sobre todo crear un contenido, hacerlo nuestro y adquirir la competencia que nos hace ser capaces de aplicarlo. El aprendizaje no es repetir un contenido que sirve de respuesta acertada en un examen, y que de este modo nos proporcionará una buena calificación.
Las notas, son una falsa medición del aprendizaje, en todo caso las notas pueden medir los conocimientos sobre una materia que los niños y niñas pueden exponer. Pero desconocemos si los han aprendido, desconocemos si los comprenden y desconocemos si han adquirido la competencia.
El aprendizaje va en contra de la competividad, el aprendizaje es un proceso único y personal de cada uno. Aprender supone una construcción mental de contenidos, supone hacer nuestros determinados conceptos y por lo tanto es complicado valorar a través de unas preguntas.
Aprobar un examen, por lo tanto, no siempre implica aprender algo.
Aprender, con independencia de las notas
Aprender implica un proceso de desarrollo personal, un proceso interno de búsqueda de significado y de creación de nuevas conexiones, de construcción de un aprendizaje. El verdadero y único aprendizaje no se olvida, se comprende y pasa a formar parte de la persona.El examen es una situación que obliga a los niños y niñas a centrarse en la calificación, desvían su interés del aprender y se centrar en ser capaces de responder a la respuesta correcta.
Pero las notas no siempre reflejan el verdadero aprendizaje:
- A veces los niños y niñas no expresan todo lo que realmente han aprendido.
- Otras veces los niños y niñas son capaces de responder bien al examen, son capaces de aprobar y hasta de obtener altas calificaciones, pero ¿realmente han aprendido?
El cambio en el proceso: aprender no es aprobar
Está claro que aprobar no es aprender. Es importante cambiar nuestra mentalidad y cambiar nuestro sistema hacia otro sistema más moderno, que responda la verdadera naturaleza de las personas. Un aprendizaje que tenga al aprendiz como protagonista del proceso. Un proceso que no se base en obtener una calificación, un proceso que se centre en el aprendizaje y que permita el desarrollo.- Centra la atención en el aprendizaje, preocúpate por lo que el niño/a sabe y ayúdale a aprender partiendo de ahí.
- Libera al niño de esa preocupación incesante por las notas y deja que se ocupe de aprender y no de aprobar.
- Permite que sean ellos los que exploren y descubran. Solo tienes que servir de guía, de andamio.
- No compares unas notas con otras. Cada niño y niña seguirá su propio ritmo, a veces irán más rápidos y otras más lentos.
- Felicita por sus adquisiciones y no por sus calificaciones.
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
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