Por suerte, los patios escolares han evolucionado. Ya no son solo una pista con varios estudiantes jugando a la pelota en el centro y el resto de sus compañeros alrededor. Ahora, los centros apuestan por patios más naturales con tierra y vegetación, lo que está muy bien siempre y cuando se ponga el foco principal en la inclusión. Para ello, hay que garantizar que estos espacios sean accesibles para todos, teniendo en cuenta al alumnado con movilidad reducida y opciones de juego para todas las edades y capacidades (tanto físicas como sensitivas y cognitivas). Veamos qué deben tener los patios escolares para garantizar la inclusión de todos los estudiantes.
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