Uno de los problemas que tiene la innovación educativa aplicada en el
aula, es que hay un gran número de innovaciones que se repiten.
Esto
quiere decir que si usted está haciendo una determinada experiencia de
innovación educativa, es muy probable que haya cientos de personas que
ya la han hecho, y otras tantas que en el futuro la harán.
Repetir la innovación supone una verdadera tragedia para el profesorado, los centros y el cambio de modelo educativo.
- El profesorado repite una y otra vez el mismo
esfuerzo en hacer algo que ya ha sido realizado. El esfuerzo hay que
administrarlo, ya que el camino a recorrer es incierto y conlleva
riesgos. Si se utiliza la experiencia de otras personas que ya han
recorrido el camino, éste se hará con menos esfuerzo, menos tiempo y se
reducirán los riesgos.
- Si el centro asigna recursos para la realización de
experiencias de innovación educativa y éstas se repiten, entonces el
coste es mayor debido a que se financia lo mismo varias veces. Como los
recursos destinados a innovación son muy escasos, se deben administrar
de forma óptima. Este problema se agudiza si consideramos todos los
centros que asignan recursos, a nivel regional, nacional o internacional
el coste para una determinada innovación es altísimo.
- El cambio de modelo educativo se ralentiza. Repetir trabajos reduce el impacto, no hay avance, y si lo hay es tremendamente lento.
Esta situación no es exclusiva de la innovación educativa, la es en
todos los campos relacionados con la I+D+i. Pero la principal diferencia
es que en estos campos existe una gestión y unos procesos para evitar
esta repetición de trabajos.
Hay contextos que esto lo han resuelto de forma simple y barata.
Por ejemplo, en espeleobuceo, cuando un equipo explora una cueva deja
rastro de esa exploración a través de una serie de marcas unidas por un
hilo guía.
Si no existieran hilos guías solamente habría unos pocos metros
explorados, cada equipo exploraría una y otra vez el mismo recorrido.
Sin embargo, los hilos guías permiten explorar cientos de metros. Cada
nuevo equipo produce un avance, ya sea de un metro o de 10, pero la
exploración siempre avanza. El hilo guía cada vez será más largo y
completo.
En innovación educativa no existen hilos guías, ni
marcadores, ni tan siquiera existe una cueva común para explorar. La
innovación educativa la planteamos como si cada asignatura fuese una
cueva que únicamente el profesorado es capaz de explorar. Cada
profesor/a con su cueva y con su propio hilo guía (ya lo dice el
refranero “cada maestrillo tiene su librillo”)
La innovación avanzará mucho más rápidamente cuando la consideremos
como una cueva común. Una cueva común que, por supuesto, será difícil de
explorar, llena de pasos estrechos, sin luz solar y con aguas turbias,
pero eso sí, con una hilo guía que el profesorado va dejando a medida
que avanza.
Cuando exploramos la misma cueva nos encontraremos con personas
haciendo el mismo recorrido que nosotros, lo aprovecharemos para
colaborar y compartir. Para avanzar juntos.