Jerónimo García Ugarte es profesor, filósofo y pedagogo.
Lleva más de veinte años trabajando como docente y asesorando a
familias y centros escolares en materia pedagógica y de innovación
educativa. Acaba de publicar Cinco llaves para educar en el siglo XXI, un libro que ha coordinado junto con César García-Rincón de Castro,
profesor, sociólogo y asesor educativo especializado en educación en
valores. En la obra, varios autores colaboran para intentar arrojar luz
sobre las cinco claves que deben guiar hoy la educación de los alumnos
para abrirles las puertas del mañana: el talento, el corazón, el
diálogo, la solidaridad y el aprendizaje. En aulaPlaneta le entrevistamos acerca de estas llaves educativas y cómo utilizarlas tanto en la escuela como en la familia.
aulaPlaneta: ¿Cómo crees que debe ser el aprendizaje del siglo XXI?
Jerónimo García Ugarte: Debe ser integrado y global, antes que separado por asignaturas. También debe ser experiencial y, tiene que atender a varias inteligencias, no centrarse solo en una par de ellas. Debe atender a la diversidad de estilos de aprendizaje, culturales y motivacionales, que hay en el aula. Y sobre todo, se debe centrar más en las competencias y en el aprender a aprender, que en los contenidos.
¿Qué pueden hacer los docentes para ajustarse a las nuevas maneras de aprender?
Salir de su zona de confort de enseñar, explorar nuevas metodologías como las que exponemos en el libro y atreverse a ponerlas en práctica, experimentando que realmente funcionan. También tienen que ser embajadores de la innovación en sus centros, con su modo de hacer y de ser. El cambio empieza por un grupo de docentes que se atreven a pensar de otra manera la educación y comienzan a hacerlo visible en su modo de enseñar.
En el libro, dos de las llaves de la educación del siglo XXI son la del corazón (inteligencia emocional) y la de la solidaridad (inteligencia social). ¿Qué peso tienen hoy por hoy en las escuelas?
Comienza a verse un progresivo interés por estas dos llaves. Tal vez más por la del corazón, pero también por la de la solidaridad. En realidad están muy unidas, ya que la empatía, un aspecto clave de la inteligencia emocional, es uno de los predictores prosociales (de comportamientos altruistas) más fiables y seguros. En la mayoría de los problemas de antisocialidad escolar (acoso, violencia, etc.) se han encontrado niveles muy bajos de empatía por parte de los atacantes/acosadores a sus víctimas. Tenemos una gran responsabilidad a la hora de elevar los niveles de empatía, también en las chicas, para sentar las bases de una sociedad más justa y solidaria.
¿Por qué son importantes para el futuro de los estudiantes?
Porque les van a abrir muchas puertas. Si exploramos un poco el ámbito de la empresa, precisamente lo que se está demandando en los perfiles de forma complementaria al aspecto más técnico es iniciativa y espíritu emprendedor, inteligencia emocional, inteligencia socio-relacional, comportamiento prosocial-ético en el trabajo y capacidad de cambio-aprendizaje-adaptación, aspectos que coinciden mucho con nuestras llaves. Pero más allá del mundo laboral, pensamos que estas llaves esconden también las claves de la felicidad y la realización personal.
¿Cómo pueden trabajarse estas inteligencias en el aula?
Con metodologías adecuadas, como el ciclo de David Kolb, la clase al revés, el aprendizaje basado en problemas (PBL), el aprendizaje por proyectos, etc. Lo que no se puede o no se debe es “inculcar”, sino entrenar y facilitar. Y no necesariamente fuera del currículum oficial, que a veces se convierte en la excusa ideal para no innovar ni trabajar otras cuestiones, sino dentro del mismo, en el día a día, en las programaciones competenciales.
¿En las escuelas españolas hay diálogo? ¿Cómo puede fomentarse?
La asignatura pendiente de las escuelas es la de convertirse en auténticas comunidades de aprendizaje donde profesores, padres y alumnos trabajan en la búsqueda de un mismo objetivo desde los cimientos de una filosofía de inteligencia compartida. Deben poner en común lo mejor de cada uno para superar los puntos débiles y potenciar las fortalezas que ayudan a alcanzar la mejor educación posible. Para fomentar el diálogo es necesario romper con las “escuelas burbuja”, donde cada uno busca sus propios intereses, y crear “escuelas red”, donde se prioriza el interés común desde la interacción de todos los miembros de la comunidad educativa.
La llave del talento abre las puertas de nuestra imaginación y nuestras capacidades. ¿Cómo pueden los profesores detectar qué talento tiene cada alumno y potenciarlo?
Con una evaluación adecuada del mismo. Utilizando varias estrategias de evaluación inicial y observando detenidamente sus intereses y preferencias. Por supuesto, en coordinación con el Departamento de Orientación, y mediante el diálogo con las familias, de modo que estas sean partícipes activos del desarrollo de ese talento. Solo se pueden potenciar los talentos diversos del alumnado en un modelo de escuela que también eduque de forma diversa y cooperativa, transversal y matricial (horizontalidad y verticalidad curricular). Siendo el profesor un coach o mentor del estudiante con su “elemento”, como diría Sir Ken Robinson.
¿Qué importancia tiene la creatividad en la educación? ¿Y de cara al futuro laboral?
La creatividad hoy es clave, ya que implica utilizar una variada gama de rutas y destrezas cognitivas, como pensar al revés, pensar con mapas mentales, pensar los aspectos positivos, utilizar múltiples puntos de vista, unir cosas diferentes bajo la pregunta “¿Y por qué no unimos estas dos cosas?” (democracia de la Y frente a tiranía de la O) en lugar de “O esto o lo otro, pero juntos no”, buscar varios usos diferentes o nuevos a una misma cosa (¿Para qué sirve un clip? además de para sujetar hojas…), etc. De cara al futuro laboral, la innovación forma parte de los diccionarios de competencias laborales de la mayoría de las empresas, en el caso del trabajo por cuenta ajena. Y si trabajas por cuenta propia y no eres innovador, ¿en qué te diferencias de los demás, qué ofreces de nuevo?
¿Qué deben tener en cuenta las familias a la hora de educar a sus hijos para el futuro?
En primer lugar, que sus hijos se están preparando para puestos de trabajo que hoy todavía no existen, y para formas de hacer el trabajo que hoy tampoco existen. A partir de aquí, todo enfoque basado en “lo de siempre” creemos que no les ayuda.
Y sobre todo, que no olviden que para que nuestros hijos sean buenos profesionales, competentes en su trabajo, es absolutamente necesario que antes sean buenas personas, competentes en la vida.
Más información:
• Página oficial de Jerónimo García Ugarte
• Página oficial de César García-Rincón de Castro
• Página del libro Cinco llaves para educar en el siglo XXI
La entrada Jerónimo García Ugarte: “Los docentes deben salir de su zona de confort, explorar nuevas metodologías y atreverse a ponerlas en práctica” aparece primero en aulaPlaneta.
aulaPlaneta: ¿Cómo crees que debe ser el aprendizaje del siglo XXI?
Jerónimo García Ugarte: Debe ser integrado y global, antes que separado por asignaturas. También debe ser experiencial y, tiene que atender a varias inteligencias, no centrarse solo en una par de ellas. Debe atender a la diversidad de estilos de aprendizaje, culturales y motivacionales, que hay en el aula. Y sobre todo, se debe centrar más en las competencias y en el aprender a aprender, que en los contenidos.
¿Qué pueden hacer los docentes para ajustarse a las nuevas maneras de aprender?
Salir de su zona de confort de enseñar, explorar nuevas metodologías como las que exponemos en el libro y atreverse a ponerlas en práctica, experimentando que realmente funcionan. También tienen que ser embajadores de la innovación en sus centros, con su modo de hacer y de ser. El cambio empieza por un grupo de docentes que se atreven a pensar de otra manera la educación y comienzan a hacerlo visible en su modo de enseñar.
En el libro, dos de las llaves de la educación del siglo XXI son la del corazón (inteligencia emocional) y la de la solidaridad (inteligencia social). ¿Qué peso tienen hoy por hoy en las escuelas?
Comienza a verse un progresivo interés por estas dos llaves. Tal vez más por la del corazón, pero también por la de la solidaridad. En realidad están muy unidas, ya que la empatía, un aspecto clave de la inteligencia emocional, es uno de los predictores prosociales (de comportamientos altruistas) más fiables y seguros. En la mayoría de los problemas de antisocialidad escolar (acoso, violencia, etc.) se han encontrado niveles muy bajos de empatía por parte de los atacantes/acosadores a sus víctimas. Tenemos una gran responsabilidad a la hora de elevar los niveles de empatía, también en las chicas, para sentar las bases de una sociedad más justa y solidaria.
¿Por qué son importantes para el futuro de los estudiantes?
Porque les van a abrir muchas puertas. Si exploramos un poco el ámbito de la empresa, precisamente lo que se está demandando en los perfiles de forma complementaria al aspecto más técnico es iniciativa y espíritu emprendedor, inteligencia emocional, inteligencia socio-relacional, comportamiento prosocial-ético en el trabajo y capacidad de cambio-aprendizaje-adaptación, aspectos que coinciden mucho con nuestras llaves. Pero más allá del mundo laboral, pensamos que estas llaves esconden también las claves de la felicidad y la realización personal.
¿Cómo pueden trabajarse estas inteligencias en el aula?
Con metodologías adecuadas, como el ciclo de David Kolb, la clase al revés, el aprendizaje basado en problemas (PBL), el aprendizaje por proyectos, etc. Lo que no se puede o no se debe es “inculcar”, sino entrenar y facilitar. Y no necesariamente fuera del currículum oficial, que a veces se convierte en la excusa ideal para no innovar ni trabajar otras cuestiones, sino dentro del mismo, en el día a día, en las programaciones competenciales.
¿En las escuelas españolas hay diálogo? ¿Cómo puede fomentarse?
La asignatura pendiente de las escuelas es la de convertirse en auténticas comunidades de aprendizaje donde profesores, padres y alumnos trabajan en la búsqueda de un mismo objetivo desde los cimientos de una filosofía de inteligencia compartida. Deben poner en común lo mejor de cada uno para superar los puntos débiles y potenciar las fortalezas que ayudan a alcanzar la mejor educación posible. Para fomentar el diálogo es necesario romper con las “escuelas burbuja”, donde cada uno busca sus propios intereses, y crear “escuelas red”, donde se prioriza el interés común desde la interacción de todos los miembros de la comunidad educativa.
La llave del talento abre las puertas de nuestra imaginación y nuestras capacidades. ¿Cómo pueden los profesores detectar qué talento tiene cada alumno y potenciarlo?
Con una evaluación adecuada del mismo. Utilizando varias estrategias de evaluación inicial y observando detenidamente sus intereses y preferencias. Por supuesto, en coordinación con el Departamento de Orientación, y mediante el diálogo con las familias, de modo que estas sean partícipes activos del desarrollo de ese talento. Solo se pueden potenciar los talentos diversos del alumnado en un modelo de escuela que también eduque de forma diversa y cooperativa, transversal y matricial (horizontalidad y verticalidad curricular). Siendo el profesor un coach o mentor del estudiante con su “elemento”, como diría Sir Ken Robinson.
¿Qué importancia tiene la creatividad en la educación? ¿Y de cara al futuro laboral?
La creatividad hoy es clave, ya que implica utilizar una variada gama de rutas y destrezas cognitivas, como pensar al revés, pensar con mapas mentales, pensar los aspectos positivos, utilizar múltiples puntos de vista, unir cosas diferentes bajo la pregunta “¿Y por qué no unimos estas dos cosas?” (democracia de la Y frente a tiranía de la O) en lugar de “O esto o lo otro, pero juntos no”, buscar varios usos diferentes o nuevos a una misma cosa (¿Para qué sirve un clip? además de para sujetar hojas…), etc. De cara al futuro laboral, la innovación forma parte de los diccionarios de competencias laborales de la mayoría de las empresas, en el caso del trabajo por cuenta ajena. Y si trabajas por cuenta propia y no eres innovador, ¿en qué te diferencias de los demás, qué ofreces de nuevo?
¿Qué deben tener en cuenta las familias a la hora de educar a sus hijos para el futuro?
En primer lugar, que sus hijos se están preparando para puestos de trabajo que hoy todavía no existen, y para formas de hacer el trabajo que hoy tampoco existen. A partir de aquí, todo enfoque basado en “lo de siempre” creemos que no les ayuda.
Y sobre todo, que no olviden que para que nuestros hijos sean buenos profesionales, competentes en su trabajo, es absolutamente necesario que antes sean buenas personas, competentes en la vida.
Más información:
• Página oficial de Jerónimo García Ugarte
• Página oficial de César García-Rincón de Castro
• Página del libro Cinco llaves para educar en el siglo XXI
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