Frase educativa.

Todo lo que has aprendido es inútil si no lo usas, y estéril si no lo compartes.”. Gerardo Varela.
"Educar no es otra cosa que enseñar a dudar". Ortega y Gasset.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo". Benjamín Franklin”


lunes, 15 de diciembre de 2014

 
Clase de Ciencias. Tema: los astros. Objetivo didáctico: conocer e identificar las fases lunares.
Escenario 1.
La profesora pide a los alumnos que localicen el tema en el libro de ciencias. Lo leen y pone en la pantalla o en la pizarra un gráfico o imagen con las fases lunares. Explica por qué se producen y enumera las distintas fases mostrándolas con una imagen. Los alumnos hacen los ejercicios correspondientes en su cuaderno.
Escenario 2.
La profesora pone un video, donde se aprecian, secuenciadas, las distintas fases lunares. A continuación hace la siguiente pregunta: “¿Por qué no vemos a la luna siempre del mismo modo?” Los alumnos comienzan a dar sus respuestas, unas más acertadas que otras, pero sin criticar ninguna sigue haciendo más preguntas, guíandoles hasta que llegan por ellos mismos a la explicación correcta.
Hay una clara diferencia entre estas dos situaciones: una promoverá la curiosidad de los niños, la otra, muy poco.

¿QUÉ ES LA CURIOSIDAD Y CÓMO FUNCIONA?

quimica del cerebroLa curiosidad surge cuando la atención se enfoca a un vacío de información en el propio conocimiento. Estos vacíos producen la sensación de privación, que llamamos curiosidad. El individuo curioso está motivado para obtener la información que le falta, o para reducir o eliminar la sensación de privación.”
George Loewenstein (The Psychology of Curiosity, 1994)
Para este psicólogo, que fue uno de los primeros en estudiar la curiosidad, ésta no es sólo un estado de ánimo, sino una emoción, un poderoso sentimiento que nos empuja “más allá”, a buscar el conocimiento que nos falta.
Para Francisco Mora, “La curiosidad, lo que es diferente y sobresale en el entorno, enciende la emoción.Y con ella, con la emoción, se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimiento.”
No hay muchos estudios neurológicos acerca de la curiosidad, pero conocer qué factores la estimulan a nivel cerebral podría ayudarnos para provocarla en aquellas personas menos “curiosas”.

Lo que sí que se ha descubierto es que la química de nuestro cerebro cambia cuando sentimos curiosidad por algo, y estos cambios neuroquímicos nos ayudan a aprender y retener mejor la información.

Más.

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